El mundo en el que se daba por sentado el libre comercio con Estados Unidos ha terminado. Eso quedó muy claro después de los anuncios de nuevos aranceles en lo que Trump llamó el “Día de la Liberación” el pasado 2 de Abril. Lo que Trump había explícitamente dicho que iba a hacer con los aranceles durante los últimos 3 años se hizo realidad el miércoles. El evento aplastó las esperanzas que tenían muchos inversionistas de que esos comentarios eran solo una táctica (fuerte) de negociación. El mercado de valores ha reaccionado de manera bastante negativa, con el Nasdaq desplomándose más del 20% de su última alta máxima histórica y el S&P 500 más de un 17% por debajo de su máximo histórico de febrero de 2025. La “Era Dorada” de Estados Unidos comenzó con el pie izquierdo.
Nuestra opinión es que los inversionistas deberían acostumbrarse a esta nueva realidad lo antes posible y no pasar mucho tiempo añorando tiempos pasados, pero deben evitar el pánico y la sobrerreacción. Si son capaces de silenciar el ruido y pensar racionalmente en un momento de turbulencia del mercado, se darían cuenta rápidamente de que aunque es probable que los aranceles, al menos a corto plazo, sean netamente negativos para la economía mundial en general (como ha sugerido el FMI), no afectarán a todas las industrias y a todas las empresas de la misma manera. Es precisamente en estos momentos, en los que la racionalidad del mercado da paso al impulso muy humano del dramatismo y la sobrerreacción, cuando los invesionistas racionales pueden ganarle al mercado. Basta con recordar lo bien que les fue a los que se quedaron en el mercado o incluso invirtieron más tras el COVID o la Gran Recesión.

¿Verán afectados sus márgenes las empresas que fabrican la mayoría de sus productos fuera de EE.UU., como Nike o Costco? Absolutamente (The Guardian está claramente de acuerdo). En algunos casos, significativamente. Dado lo mucho que se ha reducido la base industrial de EE.UU. en el último medio siglo, es lógico que la mayoría de las empresas que importan productos tengan que reevaluar sus cadenas de suministro producto por producto para asegurarse de que están obteniendo sus productos al precio más bajo posible de los proveedores adecuados. En algunos casos estarán buscando nuevos proveedores, como ya lo están haciendo algunos, según Reuters.
Ahora bien, ¿está justificada la caída masiva en el último mes en las acciones de las empresas tecnológicas que no importan casi nada y tienen un poder de mercado monopólico en sus mercados, como Meta (~-21%) o Alphabet (~14%)? Probablemente no. Incluso el argumento esgrimido por el New York Times el 4 de Abril de que las acciones de estas empresas se verían afectadas por una posible recesión ser un argumento débil. Los servicios que esas empresas proporcionan a los consumidores, como el entretenimiento gratuito para consumidores y las herramientas de marketing que brindan a las empresas para generar nuevas ventas, podrían ver una demanda aún mayor durante una recesión. Durante las recesiones los consumidores buscan reducir costos en entretenimiento pagado y buscan alternativas económicas. Las empresas incrementan, no reducen su enfoque en las ventas. The Hollywood Reporter informó recientemente sobre el escenario muy posible en el que los streamers y las opciones de entretenimiento de "bajo costo" podrían ver una demanda publicitaria más alta, no más baja, durante una recesión.

La masacre de la semana pasada en la bolsa fue tan generalizada que las acciones de empresas médicas como Pfizer (PFE) y HCA Healthcare (HCA) cayeron un 5%+ solo el viernes, a pesar de que es más que probable que las personas se enfermen igual con o sin aranceles. Ese tipo de caídas indiscriminadas representan oportunidades para aquellos que están dispuestos a hacer la tarea y hacer investigaciones de mercado sobre acciones de compañías particulares y/o de sectores e industrias específicas, para de esa manera hacer una predicción informada de cómo van a desempeñarse en la nueva realidad de mercado. Podría haber ganancias significativas si se determina apropiadamente dónde el mercado reaccionó de manera desproporcionada, o dónde las caídas fueron impulsadas por ventas masivas de índices o reequilibrios de carteras en lugar de expectativas de desempeño de empresas o industrias particulares.
Nuestra predicción es que los aranceles serán parcialmente absorbidos en diferentes porcentajes por las 3 partes involucradas: los proveedores extranjeros, las empresas americanas y sus clientes finales. ¿Qué porcentaje será absorbido por cada una de las partes? Variará en función de cada mercado particular. Nuestra opinión es que las empresas americanas tendrán cuidado de subir los precios durante una potencial recesión, y debido a eso exprimirán todo lo que puedan de sus proveedores actuales (o de nuevos proveedores que intenten quitarle el cliente a su competidor) para proteger sus márgenes. Según The Guardian, las empresas exportadoras del Reino Unido ya se están preparando para tal escenario.
Si los compradores tienen poder de negociación en comparación con sus proveedores, como lo tienen en industrias altamente competitivas como la industria de la ropa, es probable que los proveedores extranjeros vean sus márgenes reducidos significativamente y las empresas americanas no tengan que subir tanto los precios para mantener márgenes saludables. En torno, si los compradores no tienen mucho poder de negociación, probablemente tendrán que subir los precios y hacer que sus clientes absorban un porcentaje más alto de los aranceles.

Históricamente, en los sectores en los que los márgenes se reducen, sube el número de fusiones y adquisiciones entre empresas del sector. Esto sucede ya que los más fuertes entre las empresas afectadas pretenden ganar escala y, con ella, mejorar poder de negociación con sus proveedores. Dada la política de desregularización y la actitud más favorable a las fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en ingles) de la administración Trump, el M&A podría repuntar en este tipo de industrias. Si las represalias de los países que han recibido nuevos aranceles se materializan, entonces podría haber un impulso para la consolidación en industrias políticamente sensibles que han sido atacadas en el pasado, como la agricultura, como China, según se informa, planea hacerlo, o, con el ascenso de Elon Musk dentro del mundo de Trump, incluso podrían haber ataques arancelarios a las empresas del ecosistema de los vehículos eléctricos.
Las firmas de Private Equity también podrían realizar más M&A en los próximos meses, viendo oportunidades potenciales de creación de valor en empresas públicas pasando por momentos difíciles o viendo el potencial de consolidación en un sector, con el objetivo de crear players más fuertes que puedan dominar sus sectores. El aumento del M&A podría ayudar conglomerados financieros como JP Morgan o Citi y amortiguar la debilidad en otras áreas de sus negocios. Eso sería una buena noticia para sus accionistas, que han visto caer el valor de sus acciones ~13% y ~16%, respectivamente.
Si bien es cierto que hay poca claridad de lo que sucederá con el S&P 500 en general, para nosotros está muy claro que hay oportunidades de ganancias significativas en el mercado para los inversionistas que puedan mirar más allá de los números rojos y distinguir a los posibles ganadores, perdedores y los que no serán afectados en esta nueva realidad de mercado.